Publicado: Julio 11, 2016

Publicado en nombre del Comité de Derechos Civiles y Humanos de SEIU 503:

Como muchos de ustedes, observamos los actos de violencia sin sentido de la semana pasada en Baton Rouge Louisiana, Falcon Heights Minnesota y Dallas Texas con una sensación de temor familiar. Fueron tres ecos mortales de muchos más actos sin sentido en la historia de nuestra nación, cada uno con su propia escritura dolorosamente familiar: ofrezca pensamientos y oraciones, busque a quién culpar, con quién estar enojado y busque soluciones que parecen estar fuera. de alcance.

Las imágenes de violencia contra los estadounidenses negros, incluido el asesinato, se sienten como un nuevo fenómeno impactante para muchos de nosotros; sin embargo, esta ha sido la realidad cotidiana de millones de estadounidenses negros durante siglos. Estas no son aguas desconocidas para nuestro país.

Sabemos que nos unimos a muchos de ustedes en que nos hemos cansado de esperar el cambio, cansados ​​de esperar que ocurra el próximo incidente y cansados ​​de que estas tragedias se vuelvan demasiado comunes. Pero mientras buscamos respuestas e intentamos dar sentido a todo este sinsentido, no debemos permitir que nuestras voces callen.

Como dijo el Dr. Martin Luther King, Jr., "nuestras vidas comienzan a terminar el día en que nos callamos sobre las cosas que importan". Así que como unión no solo debemos reconocer que las vidas negras importan, también debemos proclamarlas en voz alta , y orgullosamente, y con convicción.

Debemos decir los nombres de las víctimas inocentes de un sistema tan claramente apiladas contra ellos: Michael Brown, Tamir Rice, Freddie Gray, Sandra Bland, Alton Sterling, Philando Castile y muchos otros: vidas negras cuyos nombres sabemos, y mucho más que nosotros no.

También debemos tener claro que al decir que las vidas negras importan, no estamos diciendo que tiene que haber una elección entre los miembros de apoyo de la comunidad de la aplicación de la ley y el apoyo a los ciudadanos que han jurado proteger. Y en la tradición de los grandes líderes de los derechos civiles, no debemos apoyar ni tolerar la violencia.

Más que nunca, debemos resolver hacer lo que es difícil. Como sindicato, no debemos permanecer en silencio ya que las vidas están en la balanza. Esperamos que su voz se una a la nuestra para decir que hemos tenido suficiente violencia, que hemos tenido suficiente odio, que es hora de que se produzca el cambio.