A fines de la década de 1990 y principios de la de 2000, cuando se organizó por primera vez el Local 503 de Homecare de SEIU 99, la trabajadora Karen Thompson estaba a la vanguardia del liderazgo del naciente sindicato. Su valiente poder ayudó a que otros trabajadores del cuidado se pusieran en acción y, una vez certificado como sindicato, el Local 99 eligió a Karen como su primera presidenta. Nacida con una discapacidad de por vida, Karen era una proveedora de atención dedicada y luchó para proteger el derecho de los habitantes de Oregón de bajos ingresos a contratar a sus cónyuges u otros seres queridos como trabajadores de atención domiciliaria. Karen murió de cáncer de ovario durante el segundo ciclo de negociación del Local 99. La tragedia fortaleció la determinación del Local 99 de continuar mejorando el acceso de sus miembros a beneficios médicos de alta calidad. Los líderes de atención domiciliaria de esa época hacen que los nuevos miembros del sindicato y los líderes más jóvenes sean conscientes del legado de Karen, y recuerdan que uno de sus lemas favoritos es: "Nadie puede hacer todo, pero todos pueden hacer algo".