En las universidades, nos enfrentamos a lo que se reduce a un recorte del 2 por ciento. El DHS está considerando congelaciones indefinidas, mientras que los costos de los derechos humanos básicos, como la educación y la atención médica, continúan disparándose en nuestro estado. Oregon no puede esperar a los grandes negocios, los legisladores deben actuar ahora.